“Se coqueta” me decía mi madre
siempre, “compórtate como una señorita”, “no pongas los codos en la mesa”, “siéntate
recta”, “sonríe”… así hasta que fui creciendo y sus observaciones variaron: “haz
el favor de arreglarte”, “píntate”, “te estás engordando mucho, ten cuidado”, “ni
se te ocurra salir así a la calle”, “no comas tanto”…
Nunca entendí el porqué de tanta
preocupación ni para qué iba a servirme ser “coqueta”, “sonreír” sin ganas o “pintarme”,
nunca lo entendí. Llegó un momento en el que sin embargo alcancé a comprender
cuál era la preocupación de mi madre. Vivimos en un mundo que rechaza todo
aquello que se aleje de lo establecido como correcto, normal o deseable. Por
eso desde pequeñas nos enseñan a ser lo más perfectas posible, lo más perfectas
para poder llegar a ser amadas, porque ¿quién querría algo que se salga de los
estándares si puede tener una perfecta y ordinaria mujer del montón? El amor intenta camuflar esta situación pues todos acabamos encontrando un día u
otro a nuestra alma gemela, seamos como seamos, por mucho que se empeñe el mundo en que si no se es
perfecto no se es merecedor de nada; la vida es así. Aun con todo, mi madre no iba tan
desencaminada, la pura realidad es que incluso aquellos que confiesan estar
enamorados se giran y asombran cuando pasa una mujer ejemplar, una mujer como
Dios manda, una mujer como la sociedad demanda. Las revistas masculinas, que
todo tipo de hombre consume, están repletas de mujeres estereotipo, mujeres que
alguien en algún momento decidió que iban a ser un ejemplo del concepto de
atractivo por y para siempre. Y no solo las revistas, internet y sus páginas para
adultos lo están también. Estas referencias se convierten en una guía ejemplar
de cómo debe ser una mujer deseable, qué cualidades debe poseer y cuáles no. Y este remolino que se retroalimenta una y
otra vez arrasando a su paso con todo lo
que puede es un círculo vicioso que solo nosotros podemos romper. Hagámoslo.
Liia'14
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dar tu opinión. "Comments are free, facts are sacred" C.P. Scott