domingo, 16 de febrero de 2014

Solo empezaste a correr, no daba tiempo a más



Hay veces cuando llevas mucho tiempo corriendo detrás de algo que, quién sabe si por inercia o por costumbre, en vez de subir al tren que se acerca, sigues corriendo y te estampas. El porqué es fácil aunque no contente a nadie, te estampas porque al empezar a correr nunca te paraste a pensar cómo ibas a frenar cuando llegara el momento oportuno, porque en definitiva incluso se te olvidó el motivo de la carrera. Nunca creíste necesitar esa reflexión, pensabas que jamás alcanzarías aquel vagón, que nunca iba a estar tan cerca, así que, ¿para qué pensar más de la cuenta? Solo empezaste a correr, no daba tiempo a más.

Y ahora que se ha acercado ese tren a la velocidad de un relámpago te das cuenta de que tienes que hacer algo para subir o por el contrario lo perderás. Al final decides saltar y te tiras sin pensarlo si quiera de esa montaña tan alta, sin paracaídas, sin protección. La intención es coger el tren de tu vida, el tren que una vez soñando que existía perseguiste y que tras varios tropiezos olvidaste. Llevas mucho tiempo esperándolo, nada podría salir mal... 
Pero te estampas y yo conozco el porqué: solo empezaste a correr, no daba tiempo a más. 


Celia Lucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dar tu opinión. "Comments are free, facts are sacred" C.P. Scott