Hubo una vez, hace mucho tiempo,un poema que hizo perder la razón a la inspiración:
El mundo está hecho de sueños,
tú decides si vivir o morir por ellos.
Es arriesgado, pero cierto,
si persigues un sueño,
puedes morir corriendo...
Agotada, la inspiración se fue a
dormir al país que todo lo esconde, en el bosque de las mentiras que
disfrazadas de promesas saben a verdad. Y ¡qué tranquilidad la de una noche
envuelta de hechizos que saben a azúcar aunque estén hechos del más acido limón!
El poema quedó a mitad y la inspiración, soltando algún que otro suspiro mientras dormía bajo un árbol, no pudo más que soñar persiguiendo
sus deseos que en forma de palabras corrían detrás de un extraño poema.
Liia'12